ORC ha permanecido firme desde su fundación. Lo que comenzó como un grupo en una pequeña casa en Mascot en el 2008 llamado “Centro Cristiano Evangélico Latino” fue creciendo poco a poco, extendiéndose hacia lugares mas amplios. A pesar de la limitación de recursos y a que se encontraba con personas que solo iban en búsqueda de un milagro y luego no regresaban, siempre conservo su enfoque.
En Dulwich Hill la iglesia empezó a crecer y a formar lideres conforme al corazon a Dios.
Allí, sufrió una division que hizo que hubiera deserción de personas; sin embargo, esto no la destruyo sino que por el contrario fortaleció la confianza en Dios, mostrando las personas fieles y comprometidas con la obra.
En medio de la division la fidelidad de Dios fue evidente. La iglesia continuo creciendo y debido a esto se movió a Marrickville. Dios comenzó a moverse fuertemente y la gente comenzó a afirmarse.
La consolidación de la iglesia ha sido posible gracias a que el Señor la ha respaldado con Su presencia en cada paso que ha dado. En el ano 2010, por medio del apóstol Jesus Tovar y con la guía del Espíritu Santo, el pastor Henry Flórez fue nombrado apóstol y le fue entregado un ministerio apostólico con un lenguaje de Reino. Desde ese momento se ha visto aun mas la mano de Dios a travez de sanidades, milagros y prodigios.
En el 2012 empezó Oceania Revival church, en respuesta a las grandes bendiciones de Dios y a su llamado a la santidad, la gente comenzó a ser edificada con encuentros y discípulados. En este momento que manejamos un lenguaje apostólico se constituyo lo
que ahora denominamos “millas”, ya que es indispensable que las personas sepan la
importancia de caminar la milla extra que Jesus ordena.
A principio del 2018 nuestro apostol recibe una palabra de Dios en Hageo 2:9 que habla acerca de lo que va a ocurrir en el templo donde estamos ahora 2 Sydenham Rd Marrickville, El señor hablo que en este lugar comenzaría un avivamiento sobrenatural, de allí nació un proyecto llamado “casa para mi Dios” aunque no habían finanzas Dios cumplió su promesa y demostró que El es nuestro proveedor. Empezamos la edificación
de este establecimiento con esfuerzo y un arduo trabajo de parte nuestros pastores Henry y Johanna Flórez, lideres, servidores y toda la congregación en unidad para construir lo que hoy podemos llamar “casa” en la que ahora como congregación nos reunimos y El Padre manifiesta su poder sobrenatural y su amor sin condición.